La Astrologia te ayuda en tu Sexualidad
En la búsqueda de una sexualidad plena hay técnicas, especialistas e instrumentos que, quizás, no todos tienen en cuenta, pero pueden colaborar con el goce. La astrología y el tarot, entonces, no quedan fuera de esto.
Pero, ¿cómo influyen estas disciplinas? “Hace tiempo que la astrología y el tarot dejaron de ser meras herramientas de predicción para empezar a brindarnos infinitas posibilidades de conexión con nuestro mundo inconsciente”, dice a Revista Wonder la astróloga y tarotista Victoria García Garcilazo. Y agrega: “Se trata de lenguajes simbólicos que, si bien tienen una naturaleza distinta entre sí, tienen un gran poder terapéutico que es aplicable a muchísimos aspectos de nuestra vida cotidiana. A través de sus símbolos universales y con los que todos nos podemos identificar, podemos llegar al origen de nuestros malestares, ver cuál es el aprendizaje detrás de cada experiencia, identificar qué cosas están bloqueadas en nuestra vida y cómo hacerlas fluir para alcanzar un mayor bienestar”.
El modo en que se puede abordar, para la especialista, es simple: “La sexualidad y los vínculos de pareja son áreas de vida con las que podemos trabajar súper bien utilizando los arquetipos del zodíaco y del tarot como disparadores de lo que queremos trabajar con la persona. Las imágenes e historias de los arcanos en el tarot, los relatos mitológicos detrás de los planetas o los signos predominantes en una Carta Natal; todo es información valiosa que sirve para hacernos cada vez más conscientes de nuestras propias energías y conocernos mejor”.
Arcanos y sexualidad
Para Clara Attardo, Licenciada en Psicología, lectora de tarot evolutivo, y facilitadora de talleres sobre “autocuidado, tarot y feminismo”, “las figuras del tarot con su riqueza nos permiten explorar sobre nuestra erótica y nuestra sexualidad, pudiendo interpretar su simbología para enriquecer el campo de la fantasía, desbloquear energías, permitirles fluir, aprender, orientarnos sobre las superficies del placer más singular de cada una, de modo personalizado”.
¿Nos animamos a cumplir más fantasías sexuales con un amante?
Si bien la relación típica que se realiza en el tarot es con el Arcano XV, “El Diablo”, la sexualidad que involucra pasa por los deseos reprimidos, condenados y en sombra. El patriarcado se cuela en los lenguajes simbólicos asociando el deseo a los mundos infernales y secretos. Pero Clara Attardo ofrece otras interpretaciones, de otras figuras:
En una lectura la aparición de “La Estrella” nos puede permitir explorar con sinceridad sobre nuestros puntos de disfrute, placeres. La estrella se muestra como es, está desnuda; convoca nuestra energía juvenil, a veces ingenua, ella da y posiblemente reciba a partir de lo otorgado.
“La Emperatriz” habla de una mujer que está madurando, que se muestra en todo su esplendor, belleza, carácter y firmeza. Invita al goce, al disfrute, al ejercicio de una sexualidad libre y deshinibida.
Otras figuras como “El Colgado”, pueden hablar de dificultades, estancamientos, temores en el plano del autoconocimiento erótico, que tal vez sean un tránsito necesario para pasar a una mejor etapa, puede implicar un duelo. Es fundamental la conversación con la persona consultante para animarla a explorar su cuerpo, sus sentires, pudores, conflictivas que le estancan en el plano del erotismo.
El goce según los astros
A la hora de hablar de la relación entre los signos del zodíaco y los comportamientos sexuales, sin embargo, Victoria destacó que “en la astrología nada es cerrado”. Así, puntualizó que “la interpretación de los símbolos es dinámica y que, si bien hay patrones o sellos energéticos arquetípicos, cada Carta Natal tiene su propio color y características que la diferencia de otras”. En ese sentido, añadió que “la historia biográfica de la persona y la capacidad de relacionarse con sus propias energías, finalmente hacen la diferencia”.
En este sentido, el eje Tauro-Escorpio es el que los astrólogos observan en la carta natal, ¿tenemos una presencia fuerte de alguno de estos dos signos? Pero la relación con la sexualidad en sí se observa principalmente en la Casa VIII (como contacto intenso, orgásmico, de fusión en intensidad emocional) y en la Casa II como disfrute sensorial y conexión corporal.