EL DIA QUE SE FUE ALFONSIN
El 14 de mayo de 1987, se realizaron elecciones presidenciales en Argentina. Carlos Menem, del Partido Justicialista (PJ), fue elegido presidente con el 47,5% de los votos, derrotando al candidato radical Eduardo Angeloz, quien obtuvo el 36,6% de los votos. La toma de posesión estaba programada para el 10 de diciembre de 1987.
Sin embargo, la economía argentina estaba en una situación crítica en ese momento, y el gobierno de Alfonsín, del partido Radical, estaba enfrentando una fuerte crisis política y económica. Como resultado, Alfonsín y Menem acordaron adelantar la toma de posesión de Menem para el 8 de julio de 1989. El cambio de gobierno se llevó a cabo en marzo de 1988.
La transición presidencial: El 31 de marzo de 1988, Raúl Alfonsín entregó la presidencia a Carlos Menem en una ceremonia en el Congreso Nacional. La ceremonia fue transmitida en vivo por televisión y fue vista por millones de personas en toda Argentina.
Durante su discurso de despedida, Alfonsín habló sobre los logros y los desafíos que enfrentó durante su gobierno, destacando los avances en la democracia y los derechos humanos, así como las dificultades económicas que enfrentó el país. Alfonsín también agradeció a los argentinos por su apoyo y compromiso con la democracia.
Por su parte, en su discurso de toma de posesión, Menem habló sobre sus planes para sacar al país de la crisis económica y fortalecer la democracia y la justicia social. Menem también prometió combatir la corrupción y trabajar para mejorar la calidad de vida de los argentinos.
Después de la ceremonia de traspaso de poder, Alfonsín y Menem se reunieron en privado para discutir la transición y los temas pendientes. La reunión fue descrita como cordial y respetuosa, y ambos líderes prometieron trabajar juntos para garantizar una transición suave y efectiva.
Conclusión: En resumen, la transición presidencial de Raúl Alfonsín a Carlos Menem en marzo de 1988 fue un momento histórico en la historia de Argentina. El país estaba enfrentando una crisis económica y política en ese momento, y los líderes de los dos principales partidos políticos trabajaron juntos para garantizar una transición pacífica y efectiva del poder. A pesar de los desafíos, Alfonsín y Menem pudieron trabajar juntos para construir un futuro más próspero para el país.