De un garaje al mundo: la historia épica de Tim Sweeney, el cerebro detrás de Fortnite
¿Quién hubiera pensado que un pibe que se pasaba horas programando en el garaje de sus viejos terminaría siendo uno de los tipos más poderosos del mundo del gaming? Bueno, esa es la historia de Tim Sweeney, el genio detrás de Epic Games y, por supuesto, de Fortnite, el juego que revolucionó la industria y que ahora está en boca de todos.
La cosa es así: Tim nació en 1970, en Estados Unidos, y desde pibe ya mostraba que lo suyo era la tecnología. Su hermano fue el que lo metió en el mundo de la programación, y ahí, chau, no hubo vuelta atrás. Antes de terminar el colegio, ya se había puesto a codear como loco, y cuando se cansó de la universidad, decidió dejarla para fundar su propia empresa, Epic Games, en 1991. ¡Tremendo visionario!
En 2005, Sweeney la rompió cuando presentó el Unreal Engine, un motor gráfico que hoy usan todos los desarrolladores del mundo, desde los que tienen presupuestos millonarios hasta los indies que recién arrancan. ¿Lo mejor de todo? Es gratis para estudiantes, docentes y cualquiera que no esté metido en el negocio de los videojuegos. Pero ojo, si sacás más de un millón de dólares con tu juego, ahí tenés que largar un 5% de regalías. Nada mal, ¿no?
Pero la jugada maestra de Tim y su equipo fue en 2017, cuando lanzaron Fortnite. ¿Lo conocés? Obvio que sí. Es ese battle royale que se juega gratis pero que te atrapa con los PaVos, esa moneda virtual que te hace gastar a lo loco para comprar skins y objetos dentro del juego. ¿El resultado? Una fortuna que deja boquiabierto a cualquiera.
A los 53 años, Sweeney es un tipo con un perfil bastante bajo, pero su billetera habla por él: acumula una fortuna de 5.7 mil millones de dólares. Sí, leíste bien, ¡5.7 mil millones! Y si eso no es suficiente, también se animó a plantarse frente a gigantes como Apple y Google en temas de monopolio, y ganó un juicio que le permitió mantener a Epic Games en las stores. ¡Capo total!
Así que ya sabés, la próxima vez que te enganches con una partida de Fortnite, acordate de Tim Sweeney, ese flaco que empezó en un garaje y terminó dominando el mundo del gaming.