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El Tatuaje Inesperado: Un Tributo Íntimo al Hombre Más Lindo del Mundo

Las celebridades argentinas están llenas de misterios y secretos, pero este, sin duda, es uno de los más sorprendentes. En Revista La Realidad, te traemos una historia tan cierta que duele, un relato que nos muestra hasta dónde puede llegar la admiración y la amistad por una de las figuras más icónicas del cine francés.

Una historia que comienza alrededor de la Avenida Corrientes

El escenario es la calle Esmeralda en el mítico Teatro Maipo, en los años 80, donde los grandes capocómicos brillaban bajo la dirección del legendario Gerardo Sofovich. En ese entorno de risas y aplausos, trabajaba una persona que, con su carisma y elegancia, atrapó la atención no solo del público sino también de una figura internacional de gran renombre.

Un día, el gran boxeador Carlitos Monzón, que era pareja de La Vedette Uruguaya Alicia Muñiz amiga intima de esta celebridad,visitó el Maipo junto a un invitado muy especial: un actor francés conocido mundialmente como el hombre más lindo del mundo. Al ver en el escenario a este joven argentino, con su larga cabellera, movimientos delicados y rostro único, el astro francés quedó fascinado. Lo que comenzó como una simple visita al teatro, se transformó en una noche inolvidable.

Una noche que marcó el destino

Después de la función, sin darse cuenta, se encontraron cenando juntos (siempre con la traductora de por medio) en el más exclusivo restaurante Frances en Buenos Aires al que solo se podia acceder teniendo la tarjeta dorada del lugar, invitación de Gerardo Sofovich, y compartiendo unas cuantas botellas de Veuve Clicquot el Champagne preferido por la nobleza, convirtiendo la noche en lujo, seducción, sofisticación y exclusividad acompañado por una conversación profunda que se extendió hasta el amanecer. La conexión fue inmediata, y al día siguiente, la fascinación del actor francés lo llevó a invitar a nuestro protagonista a un viaje a Colonia para una sesión de fotos, con la idea de que podría ser el protagonista de su próxima película.

La aventura continuó en Francia, donde pasaron 45 días juntos, disfrutando de la belleza de París y fortaleciendo una amistad que, aunque inesperada, fue intensa y auténtica. Uno de esos días, mientras compartían un brunch en la Torre Eiffel, el astro francés hizo un gesto que sellaría esta amistad para siempre: le regaló un Rolex, el último modelo de aquel entonces, como símbolo de su aprecio. Solo sorprendidos por la intromisión de Capabianca el “Manager de Dios” que quedó màs blanco de lo que es al ver a estos dos personajes juntos, solo pudo decir ¿Que haces aca? y con… a lo que recibio un Por favor no me quemes… que el Manager respeto como un caballero de palabra a rajatabla hasta el dia de hoy.

Un tatuaje en honor a una amistad eterna

Con el paso de los años, el proyecto cinematográfico no se concretó, pero lo que sí perduró fue la profunda amistad y el dulce recuerdo de ese viaje. Nuestro enigmático protagonista, quien hoy es una celebridad en Argentina, decidió rendirle un tributo único y privado a ese vínculo tan especial.Asi que en la galeria La Bond Street de la Avenida Santa Fé busco a uno de los tatuadores más expertos del país y dandole toda la confianza se hizo un tatuaje que representa esa amistad en un lugar muy cercano a su parte más íntima, un lugar reservado solo para aquellos con quienes comparte su máxima confianza y privacidad.

En una entrevista exclusiva con La Revista La Realidad, confesó que algún día revelará toda la verdad y sabremos quién es este misterioso argentino que conquistó el corazón del hombre más lindo del mundo. Por ahora, mantiene su identidad en secreto, dejando que la intriga y el misterio continúen.

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