“Cuando el periodismo de verdad pierde: la derrota de Carolina Amoroso”
Qué bajón tener que arrancar esta nota con malas noticias, sobre todo cuando la protagonista es nada más ni nada menos que la gran Carolina Amoroso. Decir “Carolina” es decir periodismo de verdad, el que nos hace sentir orgullosos de ser argentinos.
Esta piba no solo cubrió guerras, también hizo notas que te dejan pensando, estuvo en el centro de todos los lios que pueda haber, y siempre con ese estilo que emociona hasta al más frío. Cuando la ves por la calle, la gente la para, la saluda, y le agradece por su laburo impecable. Es de esas que, aunque no la conozcas personalmente, la sentís como una amiga que se juega el pellejo por informar.
Con un presente tan copado, cualquiera diría que Carolina tenía el Martín Fierro en el bolsillo. Pero no, señores, porque en esta vida hay cada injusticia…
El premio que se lo llevó el menos indicado
Carolina Amoroso, después de un año espectacular, donde hasta se fue a Ucrania en plena guerra, se quedó con las manos vacías. El premio a “cronista movilero” fue para… redoble de tambores… Santiago Sposato, ¡un chimentero! Sí, no lo podés creer, pero pasó. Así que nuestra querida Caro, en lugar de estar festejando, tuvo que comerse el garrón de ver cómo ese Martín Fierro se iba para el living de Sposato.
Las redes, al palo
Ni bien se supo el resultado, las redes sociales explotaron. Los usuarios en X (ex Twitter) no se guardaron nada. Acá, un par de perlitas:
- “El robo de la noche: el que le hicieron a Carolina Amoroso.”
- “Carolina cubre guerras y pierde el Martín Fierro contra Sposato, que cubre chusmeríos. Valoran más a uno que corre el riesgo de comerse una cachetada que a una periodista que arriesga la vida.”
- “Qué vergüenza que pierda Carolina, una movilera que fue a Ucrania, y gane un tipo que apenas sabe hablar español y se mete en la cama de los famosos.”
La frase de un grande
Como decía Tato Bores: “¡Qué país generoso!”. Porque en cualquier otro lado, Carolina estaría recibiendo premios por ser la mejor cronista que tenemos. Pero acá, el Martín Fierro se lo lleva alguien que, con suerte, investiga quién sale con quién.
Caro, siempre la uno
Qué tristeza, ¿no? Pensar que hoy el Martín Fierro está en la casa de Sposato, y en la de Carolina solo queda el orgullo de haber sido nominada. ¡Pero ojo! Porque los premios van y vienen, pero el respeto y el cariño de la gente no se lo saca nadie. Como diría el gran Diego, “la pelota no se mancha”. Y Caro, vos seguí siendo esa periodista del carajo que todos bancamos.