“El Congreso se da vuelta como un panqueque: ¿quiénes salvan a Milei?”
¡Se arma lio en el Congreso! Mañana, a partir de las 12 horas, Política Obrera va a salir a la cancha y copar las calles con una movilización masiva. ¿La razón? Hay una movida a plena vista para rescatar el veto de Milei a la ley jubilatoria, y no es joda. Los que hace un mes votaron a favor, ahora se hacen los distraídos.
Resulta que un grupo de entre ocho y diez diputados radicales se juntaron con el presidente y, ¡zas!, cambian de camiseta como quien cambia de canal. Ahora, dicen que van a dar marcha atrás con el voto favorable que habían dado. “¿Están nerviosos?”, parece que algunos ya sienten la presión.
Pero ojo, la cosa no queda en el radicalismo. El gobierno anda metiendo mano también en el peronismo, negociando con algunos diputados que antes votaron a favor pero ahora, mágicamente, se piensan ausentar. Los del gobernador salteño Saenz y los de Jaldo (otro peronista) ya están en la mira. ¿Se les va a caer el celular en la votación, tal vez? Nadie lo sabe.
Acá el asunto no es un simple “cálculo de números”, lo que está en juego es la autoridad del gobierno frente a los trabajadores. Algunos que antes apoyaban la ley previsional ahora se dan vuelta como un panqueque, porque no quieren que el gobierno pierda en plena crisis jubilatoria. “Acá no se rinde nadie, c*”**, podría gritar alguno desde la tribuna.
Pero fuera del Congreso, el show sigue. La CGT, que debería estar poniendo el pecho por los jubilados, está más callada que en misa. La complicidad de la burocracia sindical con el plan antijubilatorio de Milei es más clara que el agua. Ni un ruido, ni un empujón, nada. El inmovilismo total. Pero claro, todos sabemos que estos mismos personajes están metidos hasta el cuello con la reforma laboral, así que tampoco es sorpresa.
Y como si fuera poco, el gobierno ya empezó a meter miedo, alertando sobre posibles “actos violentos” en la marcha de mañana. ¡Dale! Esa es la confesión de que ya tienen todo armado para que Bullrich y Milei saquen a pasear a los muchachos del palo largo. Pero ojo, “el que avisa no traiciona”. Por eso, mañana hay que salir con todo, con una fuerte movilización de laburantes que les planten cara a Milei y sus secuaces. ¡A no comerse el amague!