Murió La Tota Santillán: el conductor que hizo bailar a un país y batalló contra sus demonios
El mundo de la música tropical está de luto. Daniel “La Tota” Santillán, un ícono indiscutido de la movida tropical, fue hallado sin vida en su casa de Ituzaingó, en el conurbano bonaerense. La noticia, la confirmó su abogado Juan Pablo Merlo, quien manifestó que lo encontraron muerto en su hogar.
Este hecho deja un vacío enorme en la escena tropical. La Tota, cuyo nombre real era Ricardo Daniel Carías, se había ganado el corazón de muchos desde su rol como conductor de Pasión de Sábado, programa que llevó la cumbia a miles de hogares argentinos. Su carrera no solo estuvo marcada por su cercanía con los grandes del cuarteto, como su amigo personal Rodrigo Bueno, sino también por las dificultades que enfrentó en los últimos años.
Un gigante de la cumbia que se apagó entre sombras
La Tota, más allá de ser un personaje carismático, llevaba una vida compleja fuera de las cámaras. En 2023 fue condenado a 5 años y 6 meses de prisión por violencia de género, lo que sumó otro capítulo oscuro a su historia. Además, ya venía lidiando con graves problemas de salud mental desde hacía años. Su diagnóstico de bipolaridad y las constantes luchas con la depresión fueron reflejados en diversas entrevistas, donde Santillán no ocultaba su fragilidad emocional y su temor a quedarse sin trabajo.
Esas ansiedades lo llevaron a perder la relación con su familia y enfrentar fuertes adicciones, siendo la comida una de las más notorias, llegando a pesar más de 200 kilos en su momento. Las adicciones a las drogas y el alcohol también fueron una constante, y en sus últimos tiempos vivió una montaña rusa emocional.
Los años difíciles y la búsqueda de paz
Los últimos años de su vida estuvieron marcados por el desempleo, lo que sumó más presión a su ya deteriorada salud mental. A pesar de todo, su fe siempre fue un refugio, pero los golpes no dejaron de llegar. La muerte de su hermano en 2011 fue uno de los momentos más duros, llevándolo a una profunda depresión que, según cuentan allegados, nunca terminó de superar del todo. La mezcla de medicación psiquiátrica con alcohol y sus intentos de quitarse la vida eran un reflejo de su lucha interna.
Aunque recibió el apoyo de su familia y especialistas, La Tota no logró recuperarse completamente. A lo largo de su vida fue un hombre de contrastes: una figura popular y querida en la televisión, pero también una persona que arrastraba una inmensa carga emocional.
Un adiós que sacude la escena tropical
Con su partida, se apaga una de las figuras más emblemáticas de la música tropical en Argentina. La noticia ya generó una ola de mensajes en redes, con figuras del espectáculo expresando su tristeza y recordando los mejores momentos junto a él. Sin duda, su figura quedará grabada en la memoria popular como uno de los grandes referentes de la movida tropical, un hombre que vivió y sufrió con la misma intensidad con la que llevó la cumbia a lo más alto.
El Director de Cámara de su programa “La Tota TV” Javier Gómez Arredondo, muy consternado por esta sorpresiva perdida dijo, “Más que al profesional de la Movida Tropical voy a extrañar profundamente a un amigo que se fue” Hoy, su legado queda en la pantalla, en los escenarios que pisó y en los corazones de quienes vibraron al ritmo de su música. Como él mismo decía: “El show debe continuar”, pero la Tota ya no estará para contarlo.