“Cómo organizar tu viaje sin estrés (y sin perderte lo mejor)”
Viajar es hermoso, pero organizar un itinerario puede ser un quilombo si no sabés por dónde arrancar. Si alguna vez te pasó de llegar a un destino y sentir que no tenías ni idea de qué hacer primero, o peor, volver y enterarte de que te perdiste EL lugar clave, este artículo es para vos. Acá te dejamos unos tips infalibles para que armes tu plan de viaje sin estrés y disfrutes al máximo.
1. Google My Maps: tu nuevo mejor amigo
No es que tengamos acciones en Google (ojalá), pero si no usás My Maps, te estás perdiendo una herramienta de oro. Con esta app podés armar tu propio mapa del destino con los puntos que te interesan, rutas caminando y anotaciones personalizadas. Chau papelitos sueltos, hola planificación digital.

2. Arrancá por lo imprescindible
Es fácil caer en la tentación de anotar TODO lo que encontrás sobre un destino. Pero antes de sumar veinte mil lugares, mejor fijate cuáles son los imperdibles. Las oficinas de turismo suelen tener buenas listas de recomendaciones. Y sí, después podés agregar esos rincones ocultos que no figuran en ninguna guía, pero primero lo primero.
3. Espiá blogs de viaje y redes
A veces las mejores recomendaciones no están en TripAdvisor sino en blogs y redes sociales. Instagram y TikTok están llenos de videos de viajeros mostrando spots increíbles. Eso sí, chequeá que no sean solo lugares instagrameables sin alma. Queremos lugares con historia, con onda, no solo paredes de colores para la foto.
4. Filtrá y ordená
Llegó la parte dura: hacer la criba. Es imposible ver todo, así que eliminá lo que no te convenza al 100% o lo que esté demasiado lejos. También organizá por zonas, así evitás perder tiempo yendo de un lado a otro sin sentido.
5. No te olvides de comer
Parece obvio, pero muchos planifican qué ver y se olvidan de dónde comer. Después terminan muertas de hambre comiendo cualquier cosa carísima en un lugar feo. Google Maps y Tripadvisor te pueden salvar de este bajón. Agregá opciones gastronómicas a tu mapa y te evitás el malhumor viajero.
6. Calculá bien los tiempos
La experiencia ayuda, pero si no sos de calcular bien, My Maps te da estimaciones bastante confiables de distancias y tiempos de traslado. También es clave saber cuánto querés estar en cada lugar. Un museo puede llevarte 3 horas o 30 minutos, según cuánto te cope.

7. Sé realista
Es imposible verlo todo, y además hay que dejar margen para improvisar. Un viaje demasiado ajustado puede ser agotador y no disfrutás nada. Mejor dejar huecos para un cafecito inesperado, una charla con un local o simplemente perderse un rato sin rumbo.
Planificar un viaje no tiene por qué ser un dolor de cabeza. Con estos consejos, podés armar un itinerario que te permita aprovechar el tiempo sin volverte loca. Ahora sí, ¡a viajar y disfrutar!
